El “pixel” es el elemento más pequeño y básico que compone una imagen. A partir de esta idea, POL desarrolla una colección en la que progresivamente las prendas se van haciendo más complejas, así como si hubiéramos hecho zoom en una fotografía y nos fuésemos alejando, viendo cada vez más la complejidad de la imagen. Los tejidos se van convirtiendo en técnicos y nos hacen apreciar la trama de la que están compuestos. El lamé es el más destacado, con estampados inspirados en el ruido de las fotografías. Líneas caídas, juegos de texturas y transparencias con el objetivo de depurar las formas.